Semana Santa en Las Glorias


Aclamados y esperados con ansias son los días santos en Guasave, Sinaloa en donde sus habitantes y los que nacimos allá acudimos en su mayoría, a Las Glorias: la playa más cercana a dicha ciudad. ¿Por qué son tan gustados estos días por los guasavenses? La respuesta es simple: no hace frío ni calor, es el clima perfecto para ir a la playa y disfrutar de la brisa del mar sin padecer casi cincuenta grados centígrados, como suele suceder el resto del año.
La preparación para ir de camino a la playa, o como se dice allá: ‘‘al mar’’, es muy divertida. Familias completas comienzan desde temprano a preparar sus respectivos refrigerios puesto que comer en un restaurante a la orilla de la playa puede resultar muy caro o en su defecto, estos se encuentran bastante concurridos y hay largas filas para poder comer mariscos, la especialidad de estos lugares.
Camionetas que en sus cajuelas llevan hieleras repletas de Tecate Light y sentados sobre ellas, pequeños niños que van muy entretenidos comiendo y peleando, son cuadros típicos que se pueden observar durante todo el trayecto de la carretera Guasave-Las Glorias, claro, mientras los niños preguntan cada cinco minutos cuánto tiempo falta para llegar a su destino.
En el caso de los jóvenes o grupos de personas solteras de mediana edad, desde el lunes de semana santa los grupos de chat de WhatsApp suenan todo el día con mensajes y memes que evidencian las ganas de que lleguen los días santos para estar en la playa bebiendo y riendo en compañía de los miembros de cada grupo.}
Durante esas fechas, la fila para entrar a Las Glorias es enorme, hay veces en que los visitantes llegan a hacer más tiempo de espera en ese lugar que el tiempo hecho de Guasave a dicha playa y que comparado con el trayecto de mi casa a la universidad no es nada, pues son solamente unos cuantos 30 minutos.
Una vez que llegas al mar, todo es más sabroso, todo es felicidad, (como dice la canción) a excepción de unas cuantas pobres almas que van en carros pequeños y se quedan atascados en la arena aunque muchas veces el hecho de que nos pase eso, crea anécdotas que duran para toda la vida y cada vez que regresamos a ese lugar, son recordadas con nostalgia y diversión.
Las casas que durante la mayor parte del año están deshabitadas, en esas fechas, están atascadas de gente: los dueños, amigos de los dueños, amigos de los hijos de los dueños, conocidos de los amigos de los hijos de los dueños, en fin, de cualquiera que tenga algún pequeño lazo que los una a los propietarios. Los espacios no importan, si no caben dentro de la casa, ahí están las casas de campaña que no se rajan… ni los mosquitos los detienen.
Guasave en la playa es el nombre del evento que sucede cada año durante esas fechas, desde las cuatro de la tarde diversos tipos de bandas se presentan en un gran escenario a la orilla del mar, pero no es hasta las seis-siete, a la hora en que el sol se está ocultando, cuando la pista (si se le puede llamar así a cientos de metros de arena) se abarrota y miles de jóvenes con sus parejas y amigos corren a bailar al ritmo de banda sinaloense, pero sobre todo, a bailar mientras escuchan éxitos que todos los que acudimos ahí terminamos tarareando.
Las consecuencias de beber en ese lugar son tema de debate: a algunos les encanta porque pueden tomar todo el alcohol que deseen y nunca se les ‘‘sube’’ pues al calor de la música y el baile todo se va sudando y hay quienes como yo, no nos agrada tanto ya que el chiste de estar bebiendo, al menos para mí, es perder un poco la vergüenza y andar baile y baile sin importar nada más, o sea, el chiste es andar borracho.
Para las personas que ya no vivimos en Guasave es muy bonito estar en ese lugar porque nos encontramos a viejos amigos, familiares lejanos y hasta a alguno que otro que nos cae mal pero que al traer alcohol encima no nos importa y los saludamos como si fueran amigos de toda la vida.
Y ya de madrugada cuando la música se acaba, solo hay tres opciones: seguirla en alguna de las casas en la playa, en tu pequeña casa de campaña a la orilla del mar o regresar de raite a Guasave con alguien que va conduciendo borracho y en caso de no ir con alguien en ese estado, entonces ese alguien eres tú.

- la plebe

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