Pachanga en la glorieta
Cualquier excusa es buena para
hacer pachanga, fiesta, verbena o (cualquier otro adjetivo que se le venga a la
cabeza) en la Minerva, cabe aclarar que siempre están los colados: que si
porque ganó chivas y vas aunque ni siquiera te gusta el fútbol, que si porque
ganó AMLO, pero tú votaste por Margarita Zavala, que si porque ganó Alfonso
Cuarón el Óscar, pero a ti ni siquiera te gustó ROMA.
Hasta para las personas más excluidas de la sociedad, es decir los frikis y los
otakus, se las da por ir a la minerva, pero como son anormales, se juntan para
ver el capítulo de Dragon Ball Super y hasta allí debió de
haber arrimados, gente que no quiere ser parte de los raros y rechazados, pero
que ve anime todo el día. No aceptan su naturaleza. Bueno, pues he de
admitir que yo fui una de esas, soy y lo seré y hasta puedo asegurar que al
menos una vez en su vida, han sido uno de esos, que se dejan sucumbir ante la
masa, o qué, ¿son demasiado intelectuales para admitirlo?, ¿únicos y
diferentes?, no lo creo.
Empecemos
con mi experiencia personal de acarreada por el gentío. Ese día me encontraba
taaaan aburrida que al enterarme que era la final de chivas vs atlas, decidí
ver con quién me arrimaba para ir a celebrar. Llegamos a un restaurante de
mariscos, sólo para sentirnos más de “clase”, gente que puede ir a un
restaurante sólo para ver un partido, claro que no importaría, si no, lo
publicas en alguna red social, cuando se termina el partido (obvio ganó tu
equipo “favorito”) ya tienes que estar algo entrado, para poder ser parte de la
multitud, si no la pasarás mal, pues todo te parecerá vulgar y estarás fuera de
sitio y recuerda que fuiste con la intención de ser social, de ser parte de
algo más, que sólo tu ego.
Llegas a la
minerva y es el único día que no te importa que haya un chingo de tráfico, que
la gente este pite y pite, es más hasta provocas que la gente pite, trayendo
una bandera del equipo ganador, que a los polis no les importa que vayan
hasta la madre de pedos, el conductor, el copiloto y toda la gente que va arriba
de la camioneta, donde no te importa que haya más gente que cucarachas reunidas
en un sólo lugar. Sólo tienes dos opciones, o eres parte de la masa, gritas y
estás igual de pedo que los demás, con la adrenalina hasta las nubes, gritando
¡Chivas!, ¡Chivas!, cuando ni siquiera conoces el nombre de ningún jugador o no
estás igual de pedo y la curiosidad que tenías por ser parte de la sociedad
disminuyó hasta el piso y te das cuenta porque siempre has sido de los “raros”,
todo empieza a molestarte, el que los hombres orinen como animales y tengas que
ver sus miserias, gente vomitando, peleándose y es en ese preciso momento en el
que te preguntas porque pasó por tu mente ser parte de la sociedad. La mayoría
de las personas sólo eligen una de esas dos opciones o puedes ser de los más
especiales como yo, que elegimos las dos o ninguna, tú elige, si es que estás
lo suficiente consciente para hacerlo.
Al final nos
fuimos porque aventaron humo para “tranquilizar” a la gente y la gente con la
que iba, no estaba tan en fiesta como para disfrutar de eso, aparte
inconscientemente traíamos a tres niños entre nosotros, de los cuales dos
estaban vomitando por el humo, claro que si eso no hubiera sucedido, quizás aún
seguiríamos allí disfrutando de la fiesta, que al cabo es eso es lo que
identifica a un mexicano, la fiesta, la ironía, el sarcasmo y el valemadrismo.
Ser parte de la muchedumbre alguna vez en tu vida, no está mal, pero eso no
quiere decir que tengas que ser igual que todos.
- Hincha número 1
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